domingo, 4 de abril de 2010

Yace la idea


Yace la idea, decapitada por el pensamiento único.
Apartada y olvidada por los parias del mundo.

Tristeza es su epitafio, solamente Tristeza, por que la idea nació de los pobres…
Humilde, soñadora, sencilla y sincera a la vez.

Yace la idea pálida, ya no quedan colores, se murió el rojo de su sangre derramada, se murió el verde de su primera vez, de su primavera tierna, de su utopía.

Yace la idea en la sima de aquellas mentes libres con un poco de hambre.
Ni siquiera las palabras te recuerdan, por que las palabras salen como balas de las bocas de los hombres apuntando a la muerte.

Qué sola estás, ya nadie te recuerda, ni te cuenta, ni te llora y eras tan joven, tan bella.

Ahora yaces, quién sabe hasta cuando,
sin remedios futuros.
Yaces sin nombre.


29 mayo 2003

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